El último objetivo, que siempre y en todo momento se tiene en cuenta y se trabaja en cada etapa, es que la gente acrecienten sus capacidades intelectuales por la utilización de la lectura. Con esto deseamos decir que, a través de diversas estrategias educativas de intervención, aprendan a relacionar, contrastar y equiparar la información que reciben, ejerciendo la reflexión y la capacidad crítica. Sus procesos de pensamiento y expresión mejoran de esta manera de una manera destacable.
Es esencial destacar que la edad lectora de varios estudiantes sobrepasa en 2 o 3 años a su edad mental, y en 3 ó 4 años a su edad psicolingüística. Por consiguiente, no debe tomarse como referencia la edad psicolingüística para saber si un niño ha de comenzar o no el aprendizaje de la lectura. Sus resultados fueron tan gratificantes que ciertos de sus «retrasados» empezaron a rendir tan bien como los pequeños normales. Como resultado de esto, la doctora Montessori llegó a la conclusión que los niños sanos no estaban rindiendo ni siquiera a un pequeño porcentaje de lo que su potencial puede desarrollar y que se les debería dar la posibilidad de llevarlo a cabo. El recién nacido es casi la copia exacta de un computador vacío, si bien superior a ese pc en casi todos los puntos.
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El niño mejora sus habilidades perceptivo-discriminativas y comienza a distinguir los elementos silábicos de las palabras. Comienza el trabajo de conocimiento de las sílabas con sumo precaución a fin de que el alumno no pierda la entendimiento, la fluidez y la motivación. Ofrecemos mucha importancia a esta etapa y también insistimos en la necesidad de que el niño sostenga la lectura global si bien empiece a reconocer las sílabas. Es preciso olvidarse de la mal llamada “lectura silábica” por el hecho de que deforma el término de leer destacado al comienzo. El énfasis se mantiene en la comprensión y en la fluidez.
En los métodos que se comunican, las palabras se presentan en cartulinas blancas o marfil, de tamaño variable en función de la edad del niño. Por poner un ejemplo, Maria Victoria Troncoso y Mercedes del Cerro ofrecen que, si se enseña a un niño pequeño, cada palabra no debe sobrepasar los 15 cm., puesto que es la medida correcta para poder sentir una palabra de una sola ojeada, sin mover los ojos. La utilización del computador , eligiendo las actividades y ejercicios adecuados en todos y cada caso, es una asistencia para prosperar el lenguaje escrito de los alumnos con síndrome de Down. El proceso es similar al del lenguaje oral en virtud del cual el niño va comprendiendo los nombres de las cosas y de las acciones, asociándolas de acuerdo los mayores van nombrándolas. En este cuarto nivel el alumno debe comenzar a escribir cartas y pequeños resúmenes de sus lecturas, de las películas que ve, de las vivencias que vive. También debe efectuar controles escritos en su trabajo en la escuela.
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Esto no es beneficioso en lo más mínimo para el niño, y se debe eludir esta situación. Así sea el colegio, ya sea el centro de atención temprana o los progenitores, alguien debe de ceder en beneficio del niño, y decidir todos el método a enseñar, pero de una manera coordinado. Como ya se ha comentado, estos métodos de lectura son globales, por consiguiente, lo que se enseña es la integridad de la palabra. De cualquiera de las formas, la meta es que pasito a pasito dominen todos las clases de letra, y se ha comprobado que los niños no presentan dificultades en pasar de un tipo a otro acorde avanza el aprendizaje.
Los pequeños se limitan a juntar letras y leer, si bien no tenga ningún concepto para ellos. Al machacarles con letras y sílabas, los niños asimilan realmente bien el código, pero no entienden el término, no comprenden que esa sílaba, /pe/, sólo tiene sentido si va dentro de un conjunto con significado completo, como Pepito o el perro tiene rabo. Además de esto, el procedimiento no tiene presente el avance intelectual, que es distinto en cada pequeño. Esté listo o no, se le fuerza a aprender las vocales y alguna consonante con 4 años, y el resto de las consonantes y las sílabas a los 5. El procedimiento global radica en educar a leer de forma directa las palabras o aun las frases.
La app interactiva para desarrollar la estimulación precoz en la Enseñanza de la Lectura basada en el procedimiento de lectura “Glenn Doman”, facilitará que esto ocurra. Cuando hayas introducido suficiente información en el ordenador, vas a recibir de la máquina respuestas correctas e incluso argumentos. Este periodo de la vida es muy importante para toda la vida del niño.
Posterior a este trabajo, se marcha realizando la misma rutina con las demás plantillas hasta finalizar. Es recomendable trabajar con la plantilla varias veces cada día a fin de que el pequeño las memorice.
Sean cuales fueren las capacidades adquiridas en las sesiones preparadas, se diseñan tácticas de intervención con asistencia de la familia y del centro escolar, para que el niño “lea y escriba” en otros sitios. Dichas tácticas se revisan y adaptan periódicamente. Como se ha comentado en otros productos, tradicionalmente las personas con síndrome de Down no sabían leer ni escribir. Se creía que no eran capaces, y por consiguiente, no se les enseñaba.
Su lesión cerebral y los problemas resultantes fueron evaluados en los Institutos. Se le prescribió un tratamiento que reprodujera la pauta de avance de crecimiento normal en niños sanos. Se formó a los progenitores en cómo llevar a cabo este programa en el hogar y se les mencionó que si lo cumplían escrupulosamente Tommy mejoraría bastante.