Recuérdese, por vía de ejemplo, la recurrente apelación de los descriptores modernos al esquema paradigmático del cubo; cara superior, cara previo, cara posterior, etc. A lo largo del Renacimiento, bajo el prisma de la filosofía humanista sustentada en el antropocentrismo y el racionalismo, los estudios científicos progresaron claramente. El entender médico avanzó desde mediados del siglo xv, retomando el saber del cuerpo humano como realidad básica de la medicina.
Pedro Jimeno fue acólito de Vesalio en Padua y adoptó sus métodos de enseñanza en el momento en que ocupó la Cátedra de Anatomía y Materia Médica de Valencia en 1547. En 1549 publicó el primer libro de anatomía que incorporaba los desenlaces de los estudios de Vesalio, ingresando asimismo contribuciones propias. Se sabe que estudió medicina en Valencia y que fue catedrático de Anatomía y Materia Médica, de Principios y de Práctica. Creó y ocupó durante 10 años la Cátedra de Práctica Especial.
Línea Del Tiempo: Historia E Introducción De La Anatomía
Han comenzado a preocuparse ante la contradicción entre los conceptos aristotélicos y galénicos —la verdad oficial de la Iglesia de entonces— y la realidad a la que se enfrentaban en sus disecciones y que en muchas ocasiones desvelaba fallos cometidos anteriormente. Revisaron los contenidos escritos tradicionales bajo prismas humanistas, corrigieron los errores de traducción de Averroes y Avicena de la medicina griega, y abogaron por la independencia metodológica en la investigación, con independencia de lo predeterminado por Galeno y la lógica aristotélica. Es entonces cuando el humanismo médico y el interés renacentista generarán un considerable avance en el estudio de la anatomía humana. La Historia Natural del Renacimiento es esencialmente gráfica y aristotélica. La taxonomía botánica es todavía leal a los tres géneros de Teofrasto. Los zoólogos de la segunda mitad del siglo XVI compondrán, a lo sumo, obras monumentales, mas no lograrán que sus especificaciones rompan los cuadros taxonómicos del Estagirita.
Es preciso, en mi opinión, comprender ese «mucho más» y ese «mejor» (o, en su caso, el «menos» y el «peor»), en función del modo como se conoce, del «de qué forma»; y este, por su parte, según la intención de entender del autor, de sus problemas como anatomista. Y se atribuya una significación central al corazón, llegará a su término la visión del microcosmos correspondiente al macrocosmos de Copérnico45. El macrocosmos medieval, como el antiguo, tenía sus huesos en las rocas de la Tierra; en el macrocosmos copernicano, el esqueleto se ha desplazado a las estrellas fijas. Con sus recelos en torno a la doctrina de Galeno, Vesalio está empezando el camino hacia la proposición de Harvey, según la cual es el corazón el centro y el sol del microcosmos animal. Entre el esqueleto óseo y este órgano central, regidos por él, hallaríanse, en fin, los movimientos vitales de las sobrantes partes.
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La «parte» es conceptuada funcionalmente como expresión y también instrumento de uno de los menesteres en que se diversifica el modo perfecto de ser propio del animal o del vegetal que el morfólogo describe. El valor de su obra radica fundamentalmente en sus bellísimas figuras y supone una separación determinante con el conocimiento humanístico de los anatomistas precedentes. Se le considera el fundador de la anatomía actualizada y revolucionó la manera de enseñar anatomía y cirugía, pese a ser injustamente criticado por haber cuestionado y encontrado errores en los contenidos escritos clásicos de medicina. La escuela que fundó en Padua dio lugar a una secuencia de excelentes anatomistas que llegaría hasta William Harvey (1578??1657).
No deja de verse en la forma anatómica una composición, pero esa forma y su operación son primariamente consideradas como expresión morfológica y funcional de la naturaleza de los órganos descritos. Se ha convertido en canon del entender anatómico, y hasta el siglo XX no perderá esa primordial jerarquía. Sólo con la reconquista del criterio servible, por Braus, se quebrará ese canónico principado de la anatomía vesaliana. La figura total del cuerpo y, en ella, la de todas las partes que la componen, son concebidas como expresión visible de la índole natural del ser viviente que el anatomista estudia. Su peculiar modo de vivir -de «ser» viviente- se ve realizado y expreso en su forma anatómica.
La parte de forma sistemática «disecada» -el puro esqueleto de la cabeza- es definida refiriéndola» de forma indeliberada y clásico al todo de la parte «natural» a que forma parte, y éste, por su parte, al todo del sujeto viviente. Trátase de una manera de conceptuación accional, relativo al papel que la parte en cuestión cumple en las acciones vitales del ser viviente cuya composición anatómica se estudia16. El objeto que Vesalio se propone describir es la cabeza ósea, una parte del esqueleto; pero, sin darse cuenta de su infidelidad a la idea descriptiva por él adoptada, se ve movido a definirla según la viviente integridad del cuerpo humano. El todo de la parte natural -la cabeza viviente, con su cerebro, sus órganos de los sentidos, sus músculos y su tegumento- está presente en los ojos y en la memoria de Vesalio como una realidad fantasmal que cubre y define a la parte de manera sistemática disecada.
Gaceta Científica De La Sociedad De España De Enfermería Neurológica
La Italia del siglo XVI atrajo a tal proporción de intelectuales que permitió el cambio y la ruptura con el modo perfecto de meditar previo. Astronomía, ingeniería, matemáticas, química, medicina, escultura, etc., vivieron mayores cambios que en la totalidad de los siglos precedentes. En la Italia renacentista cambia el término del universo , se edifica la cúpula de la Catedral de Florencia y Miguel Angel esculpe el David. Por lo que respecta a la anatomía, en ese momento y sitio coincidieron tal cantidad de observadores y científicos, que tanto con su labor individual como colectiva, pudieron romper con la teleología galénica imperante hasta hoy. Este conocimiento anatómico fue el motor de las ciencias médicas generalmente y de la cirugía en particular.
Causantes decisivos fueron la difusión de la información debido a la invención de la imprenta, o el avance del comercio e trueque, gracias primero a los desplazamientos en las Cruzadas y después al interés economico en las rutas marinas. La estabilidad político entre el Papado y el Sacro Imperio dejó el apogeo de ciudades-estado en el norte de Italia y la concentración en ellas de una economía artesanal y mercantil en expansión. También se causó allí el florecimiento de Universidades y centros del conocimiento, con la acogida masiva de helenos que abandonaron Constantinopla tras su caída en poder de los turcos en 1453.
En haber sustituido la Anatomía doctoral y libresca de los profesores medievales, limitados, en el momento en que más, a glosar a Galeno o Mondino, por otra, fiel a la naturaleza y fundamentada en la inspección de cadáveres personalmente disecados. Vesalio revoluciona el procedimiento de la enseñanza anatómica y cumple por sí mismo la cuádruple función de instructor, disector, demostrador y dibujante. Sus estudios prácticos de disección se vieron interrumpidos en 1515, cuando el Papa León X le acusó de prácticas sacrílegas, y se le prohibió la entrada en el Hospital del Espíritu Santo de Roma.
La visión del espacio como un conjunto de planos yuxtapuestos, cada uno de los cuales está integrado por diversos objetos. En la historia resulta necesario partir de una afirmación inicial; Vesalio, su autor, fue un hombre del Renacimiento; mucho más aún, del Renacimiento italiano. Está redactada en frente de la Antigüedad; o, si se quiere precisar más, frente a Galeno. Los ojos de Vesalio no ven nada entre su obra y los escritos del enorme pergameno.
¿Son siempre nuestras obras lo que nosotros creemos de ellas? Vesalio sabe, evidentemente, mucho más anatomía que Galeno; y la sabe mejor, con menos fallos, con mayor precisión y claridad. No puedo hablar, sin embargo, del «modo» de qué forma Vesalio sabe la anatomía, sin exponer antes ciertos conceptos que juzgo precisos.
En verdad, sus trabajos estuvieron doscientos años fuera de circulación, y para en el momento en que se recobraron habían perdido su carácter innovador. Sin embargo, merced a sus propias disecciones, sentó las bases de la anatomía científica. Rodriguez de Guevara estudió anatomía a lo largo de un par de años en Italia. Fue instructor de anatomía en Valladolid ente 1548 y 1550, siendo el primer anatomista que impartió clases de disección sobre cadaver en Castilla. En 1556 ocupó primero la Cátedra de Medicina y Anatomía, y después la Cátedra de Cirugía de la Facultad de Coimbra. Las condiciones sociales, economicas y políticas de Europa padecieron una transformación interna destacable que culminó en el siglo XV con el llamado Renacimiento, de este modo denominado por su creencia en la vuelta a los tradicionales grecolatinos.
Como Vesalio y Durero, Copérnico, que había residido diez años en Italia, desde los veintitrés hasta los treinta y tres de su edad, fue un excelente hombre del Norte espiritualmente configurado por el Renacimiento italiano. Vesalio, renano por la sangre, belga por el nacimiento, fue espiritualmente un hombre del Renacimiento italiano. En Padua adquirió su cabeza hábitos y horizonte personales; Padua, Bolonia y Pisa fueron el auténtico planeta de Vesalio, los sitios en que su espíritu tuvo casa propia. La conciencia de que su obra recapitula la historia entera de la Anatomía y abre en ella una época nueva, la expresa Vesalio muy claramente con su continua preocupación onomástica. Toda situación realmente inédita en la narración de una ciencia trae consigo una revisión, o cuando menos un reajuste de su terminología.