Como deba hablar diez minutos va a haber que cobrar por las entradas, porque aquello no tendrá precio. La putada es que nos cambiaron la hora, y es el Jueves a las 14 horas, justo después de comer, cuando el español medio no sirve ni para realizar la tabla del 2 de cabeza. Y encima antes tenemos apero y comida con el director y el cliente.
Mich aún pilló el colchón que tengo de manera perenne en la habitación, pero el otro, que venía ahora preparado con su saco de reposar y todo, se acomodó en el suelo. Y no le pareció importar demasiado, a juzgar por los ronquidos del culpado. Y eso que el suelo tiene mierda de una semana, está duro y frío como una piedra. El chaval se debió enterar bien al día siguiente.
El panorama olímpico actual no lo sabe, pero yo era un enorme promesa en mi tierna niñez. Con 15 años y midiendo algo así como 1.70m, llegué a sobrepasar los 1.80m saltando por encima con un arte y un salero que no tenían comparación. Mi excelente trayectoria deportiva se vio después truncada pues me fatigué y lo dejé. El caso es que allí, en aquella salón solitaria, me puse los postes y un listón y me quité mucho más de 10 años de encima. Ataviado con unos vaqueros apretados y unas zapatillas de deportes que vieron días mejores y que patinaban sobre el parqué como un cuchillo sobre la mantequilla, llegué a sobrepasar los 1.65m. seguramente hubiera sido con la capacidad de saltar 10cm mucho más, pero en el último salto me patinó la pezuña de apoyo y casi me parto la crisma.
Boletín Informativo Nº 91 Año Iv
Todavía no llueve, pero lo hará, y en el momento en que comience va a caer en horizontal, porque esto es acojonante. El día de hoy es un día de esos que levantan la ética a alguno. Menos mal que en el final no me he ido de excursión a conocer los chatós de la luag .
Las navidades transcurrieron con tranquilidad, sin realizar nada y sin que por ello me remordiera la conciencia, por vez primera en muchos muchos años. Una sensación desconocida pero no por este motivo menos placentera. Tan mal acostumbrado venía de Nantes que un día hasta prácticamente lavo los platos; un pronto lo tiene cualquiera. Con lo que toca al mismo tiempo, aquí hace un frío que pela.
Nantes)
Mis días pasaban entre tomas de anti-gripal, paseos por el laboratorio y taller, idas y venidas al cine, recogida de trastos de la habitación y puesta de lavadoras y secadoras. Aquellos días fueron de un aburrimiento sobresaliente. Desde aquí esto deja ya de ser un períodico; ahora escribo todo lo mencionado en modo retrospectivo, echando la vista atrás y desde la tranquilidad del hogar y el cielo soleado.
Por fortuna, descubro que parezco haber salido más o menos por donde tocaba, y que Versalles debe quedar en algún sitio no más allá de 20km a la redonda. Veo una carretera grande pero no consigo cogerla. En el final llego a Versalles y bajo a preguntar. Honestamente, hubo un momento en el que creí que dormía en el vehículo. Miraba la parte de atrás del coche con los asientos tirados hacia enfrente y un montón de maletas y bolsas y me preguntaba de qué forma iba a pasar la noche allí dentre.
La vuelta al labo ha sido un rollo, y la media tarde se ha hecho eterna. Por el momento no quedaba jabón para adecentar y, al igual que la persona que había usado la sartén antes que yo, la he lavado con agua y mucha maña y a tomar por el culo. El resto de cacharros los he lavado en la habitación con mi estropajo y mi jabón. Yo pensaba que no jugaríamos porque caía el agua en horizontal, pero aparentemente los ICAM 3 podemos ir a una sala de futbito fantástica al salir de la celda de castigo.
Subimos a la salón de conferencias y montamos todo el tinglado. Al cabo de un rato suben el director, el profesor cachondo y el cliente que acababa de llegar. Todo está listo, así que ponemos la primera diapositiva y comienzo la presentación, con dos huevos. El café me ha revuelto las tripas y tengo ganas de giñar, pero the show must go on.
Recogemos los trastos y salimos brillantes. Como es natural, era una broma de su binomio, pero bastante bien orquestada. Le hemos seguido todos la corriente un buen rato y el chaval ha sudado tinta hasta el momento en que se ha enterado de que era una broma.
Una vez convencidos de que estaba verdaderamente malo, me dijeron que me podía ir y que no me pondrían estrellas, pero pienso que fue sólo por joder que me quedé todo el día. Imaginad si se encontraba malito que, por vez primera en tres meses, falté al partidito de fútbol semanal. Las españolas veterinarias se largan a España a llevar a cabo los exámenes de Diciembre.